La Piedra de Molino | Desde el Corazón
Pero si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar (Marcos 9:42). Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño ...